Existen muchos mitos sobre la alimentación y la práctica de deportes, no obstante, llevar una vida sana implica consumir variedad de alimentos en cantidades justas, lo que podría potenciar nuestro estado físico.
Para la directora del Departamento de Salud, María Eugenia Chadwich, la clave es el equilibrio, esto es incorporar diferentes alimentos en nuestra dieta: “La alimentación provee la energía para que el cuerpo pueda realizar las actividades. Con la práctica deportiva se emplea la fuerza muscular y la capacidad respiratoria y ambas requieren que estemos bien alimentados. Se requieren proteínas para que los músculos se mantengan en buenas condiciones, mucho líquido para que el metabolismo funcione bien y, en cantidad correcta, hidratos de carbono y grasas, para que la energía sea suficiente para practicar deporte”.
Acá les entregamos algunos consejos importantes, especialmente a aquellos que realizan deporte tanto en nuestros talleres como en Escuelas Abiertas:
- El desayuno es clave para un buen trabajo físico en la mañana. Los lácteos, cereales, fruta entera o en jugos y complementos favorecen el rendimiento.
- Un almuerzo liviano puede ser un buen aliado para quienes practican deporte en las tardes, ya que las comidas más “pesadas” son de lenta digestión y perjudican el rendimiento. Pastas, arroz, papas y verduras son excelentes aliados.
- Descansar ocasionalmente, beber agua e ingerir alimentos ricos en hidratos de carbono en intervalos de una hora mientras se realiza el ejercicio, es muy beneficioso ya que permiten mantener el ritmo.