La Contraloría General de la República respaldó el procedimiento del Departamento de Tránsito de la Municipalidad de Recoleta de otorgar una licencia clase B por dos años al señor Sergio Oñate Urtubia, ya que él no presentó el examen médico correspondiente que acreditara su condición de salud debido, luego de ser evaluado con sobrepeso por la médico del Departamento. Oportunidad donde se le señaló que para la próxima renovación debía adjuntar exámenes que acreditaran un buen estado de salud para conducir.
El órgano Contralor indicó que la Municipalidad actuó en total legalidad, puesto que en el inciso primero del artículo 21 de la Ley de Tránsito dispone que “no se otorgará licencia de conducir a quien carezca de actitudes físicas o psíquicas que lo habiliten para conducir un vehículo motorizado o hagan peligrosa su conducción”. Agregando que en el inciso tercero se señala que “un examen médico del conductor determinará tanto su actitud física y psíquica como sus incapacidades, debiendo fundamentarse por el médico examinador”.
En consecuencia, la Contraloría concluyó que no se detectaron irregularidades en el procedimiento realizado por la doctora del Gabinete Psicotécnico, en su evaluación médica que determinó la condición de sobrepeso del contribuyente, debido a que está directamente relacionada con las condiciones de salud asociadas al compromiso de conciencia durante la conducción.
En síntesis, la Unidad de Licencias del Departamento de Tránsito actuó dentro de sus facultades legales al entregar una licencia de conducir restringida por dos años al señor Oñate, quien al momento de la renovación de su licencia no contaba con los exámenes médicos respectivos.