Peruanos, bolivianos, colombianos, venezolanos y chilenos. Todos juntos, en una cancha de futbolito, en un ambiente de respeto y fraternidad, donde no hay espacio para disputas, insultos y discriminación.
“Con nuestro esfuerzo y trabajo buscamos la integración entre las distintas comunidades (chilenos y extranjeros) que viven en la población (sector Calle G). De ahí nace la idea de crear un campeonato, con una mirada de fraternidad y convivencia sana”, asegura Alexis Arnao (24), uno de los integrantes del Club Social y Deportivo “Turbos”, y quien es uno de los organizadores de la exitosa Copa Uniones Latinoamericanas (categoría adultos), que se disputa desde el 24 de abril.
Para el equipo organizador, las claves de la buena aceptación que ha tenido esta iniciativa que reúne a 16 equipos, radican en los valores fundacionales del torneo, los cuales son el fomento del deporte, la vida sana (ni alcohol ni drogas), la no violencia, la fraternidad, ambiente familiar y el rechazo a la discriminación, de ambas partes: chilenos hacia extranjeros y viceversa.
“Por lo mismo, está estrictamente prohibido el consumo de alcohol, y hay sanciones fuertes para quienes se vean envueltos en riñas o generen faltas de respeto hacia el rival deportivo”, afirma Arnao.
La gran jornada final de la Copa Uniones Latinoamericanas está pactada para el domingo 29 de mayo en el recinto deportivo de Calle G, y tras el cierre de este campeonato los muchachos ya proyectan su siguiente desafío, la creación de un torneo de carácter anual:
“A futuro la idea es que sea una liga de carácter anual, y en ese sentido ya hemos conversado con el Director de Deportes de Recoleta, Cristián Weibel, quien nos ha entregado todo el apoyo”, cuenta Edson Lino (18), de nacionalidad peruana
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